Empresa familiar fundada en 1980 por Antonio Torres García, quien inició la actividad en Av. de los Dolores dedicándose exclusivamente al salado y secado de jamones. Durante los primeros años la producción era escasa.
En 1984 Antonio contrae matrimonio con Isabel. Gracias a ella, el negocio toma un carácter más constante y el número de jamones elaborados se empieza a incrementar.
Durante 1986 comienzan a elaborar los primeros embutidos, principalmente salchichón. El proceso era totalmente manual, ya que no disponían de maquinaria industrial.
La producción se incrementaba poco a poco, por lo que en 1988 contrataron a los primeros empleados. Dos de ellos se dedicaban al proceso de salazón y curación de los jamones y la tercera persona ayudaba en las tareas del embutido, por lo que compraron las primeras máquinas eléctricas.
Decidieron construir en 1990 el secadero actual. La obra duró cerca de dos años. La plantilla incrementó hasta 4 personas. Unos años más tarde construyeron la fábrica de embutidos