Creada en 1945 tiene sus orígenes en un barrio singular de Jaén, el de la Magdalena. La tercera generación de la familia Oya es la que se encarga a día de hoy de la gestión de esta empresa, dotada con los avances tecnológicos que marca su época pero que sigue usando la misma receta tradicional para la elaboración de sus patatas fritas con la que el abuelo Manuel las hizo famosas en la pequeña freiduría de este castizo barrio de la capital de Jaén.
A comienzos de los años setenta, la empresa Patatas Fritas Oya traslada sus instalaciones al Polígono Industrial de Los Olivares, desde donde entonces trabajan para elaborar sus patatas fritas, frutos secos y aperitivos, ofreciéndolos en distintos formatos para así satisfacer las necesidades tanto de clientes particulares como a la hostelería y restauración.
Esfuerzo, dedicación, constancia y como reza su eslógan, "un saber hacer de muchos años" es la mejor garantía de calidad de sus productos.